Con el silbatazo que marcó el inicio del primer partido del Mundial de fútbol, se puso en marcha una estructura que demandó un millonario proceso de inversión en redes tecnológicas, en algunos casos con novedades y avances de última generación.
El Mundial de fútbol es el segundo evento deportivo del planeta en cuanto a audiencia televisiva, luego de los Juegos Olímpicos. El desafío que enfrentan los países que reciben la Copa del Mundo que organiza la FIFA es gigantesco. Y mucho más si, por primera vez en la historia, el certamen se realiza en África.
Con el silbatazo que marcó el inicio del primer partido del campeonato de Sudáfrica, entre el local y México, comenzó la culminación de un millonario proceso de inversión en infraestructura tecnológica, en varios casos con novedades y avances de última generación.
Si se repasa la historia de los Mundiales, se observa que estos certámenes ofrecen una plataforma para insertar nueva tecnología. Se dio, por ejemplo, con la llegada de la televisión en 1962 en Chile, y el paso del blanco y negro al color en la Argentina en 1978. Ahora, en Sudáfrica, se observa la expansión de la TV digital y de alta definición.
Este año, las estrellas son Internet y su carácter masivo, así como la televisión con máximos niveles de calidad. Cada vez son más accesibles las grandes pantallas con alta definición, los teléfonos móviles con TV incluida y aplicaciones para teléfonos inteligentes (“smartphones”, en inglés), hasta canales especiales en las redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube.
Estos sitios son los escenarios donde miles de internautas y blogs especializados darán su opinión enfocada en el evento futbolístico.
Además, la FIFA cuenta con canales de información en estas redes sociales, por lo que quien tenga Internet podrá ser testigo del evento.
Se puede recordar lo que pasó en la Copa del Mundo 2006, que se disputó en Alemania: hubo 376 canales de televisión en 214 países y tuvo un impacto acumulativo de 26.290 millones de personas (un promedio de 260 millones por partido, con un récord de 608 millones en el encuentro final entre Francia e Italia). Se estima que en Sudáfrica 2010 esta cifra sea superada en un 10 por ciento.
Estructura avanzada
El Gobierno sudafricano construyó la infraestructura de tecnologías de la información y la comunicación que se ajustó a los requisitos de la FIFA, incluidos los de cable y teléfono inalámbricos a nivel nacional e internacional, datos, audio y video.
Una exigencia de la FIFA es que la radiodifusión sea digital. Esto aceleró, en el país organizador, el cambio de señal analógica a digital terrestre por Sentech, una empresa de telecomunicaciones de propiedad estatal. Cerca del 80% de los sudafricanos verá la Copa del Mundo con acceso a esta tecnología.
La televisión digital significa que se puede utilizar un aparato televisivo como punto de acceso a Internet. Los costos de operación de esta nueva tecnología son mucho más bajos y los canales de TV digital utilizan menos espectro de frecuencias de radio.
Además, esta Copa del Mundo es la primera que se emite en HD. Sentech puso en marcha un canal por satélite de alta definición, y otro de infraestructura de respaldo. Esto incluyó la construcción de un segundo satélite telepuerto para proporcionar la capacidad adicional necesaria.
En cuanto a la banda ancha, Telkom, uno de los mayores proveedores de servicios de comunicación del continente africano, proporciona la infraestructura de red de línea fija, que transporta toda la información (voz, video, datos). Además, aumentó el ancho de banda.
Para dar TV en HD, se requirió instalar una conexión de fibra óptica de “última milla” en cada uno de los estadios a la red de área amplia y luego al Centro Internacional de Difusión (IBC).
Este aumento en la capacidad, tanto en el núcleo como en la red de acceso, se utiliza para proporcionar servicios de banda ancha.
El IBC es el centro neurálgico de los medios de comunicación para la Copa del Mundo. Todas las transmisiones de radiodifusión de los estadios del Mundial y la distribución se facilitarán a través de este organismo, que une las sedes de los partidos en Sudáfrica con el resto del mundo. Los distintos sistemas tecnológicos son objeto de seguimiento y el IBC opera como una unidad de mando militar.
Con 30 mil metros cuadrados de superficie, el IBC se encuentra en un centro de exposiciones en el barrio de Nasrec, al sur del de la ciudad de Johannesburgo. Allí trabajan miles de periodistas de todo el mundo durante las seis semanas que dura la Copa. En el lugar se encuentran:
- Una "granja" de satélites, que cubre un área aproximada de 5 mil metros cuadrados, donde hay antenas parabólicas para transmitir los partidos.
- El Master Control Room (MCR), que recibe las señales de entrada de los 10 estadios y otros sitios e interfaces en general de telecomunicaciones.
- Los estudios de radio y TV.
- Una sala de prensa con capacidad para 200 personas, sala de estar, zonas de descanso y otros servicios.
El gobierno de Sudáfrica no dejó nada librado al azar, porque se dio cuenta que la experiencia de difusión es probable que sea tan importante para la imagen del país como la infraestructura física en sí misma.
Por lo tanto, todos los sistemas tecnológicos están duplicados los días de partidos, para garantizar que no haya contratiempos en el torneo.
También se construyó un sistema de generación de energía de soporte, por parte de la empresa Eskom para garantizar que la radiodifusión no se vea interrumpida.
Eskom es el mayor productor de electricidad en África, y está entre las siete mejores empresas de servicios públicos en el mundo, en términos de capacidad de generación. También es noveno en cuanto a ventas.
Entorno
Todas estas inversiones y mejoras en las redes de telecomunicaciones e infraestructura tecnológica de Sudáfrica deben enmarcarse en un contexto de un país con fuertes disparidades sociales en el acceso a la tecnología, que se ven reflejadas en sus tasas de penetración de banda ancha y la velocidad de la oferta local de líneas fijas de alta velocidad.
Un informe del fabricante de equipos para redes Cisco sobre acceso a Internet muestra que a finales de 2009 en Sudáfrica había poco más de 2 millones de suscriptores de banda ancha, 630.000 usuarios de ADSL y 1,49 millones de suscriptores a redes móviles e inalámbricas.
Esto equivale a una tasa de penetración de banda ancha de 4 usuarios registrados por cada 100 habitantes, muy por debajo del promedio de la OCDE de 23,3 suscripciones por cada 100 habitantes.
Tres dimensiones
Con el Mundial como principal atracción televisiva, las transmisiones en tres dimensiones (3D) cautivan a los fanáticos, aunque los altos costos del equipamiento todavía impiden un alcance masivo.
El certamen iniciará una nueva era para esta cita deportiva, que ofrece partidos en forma tridimensional, según informó la FIFA, que recibirá el apoyo tecnológico de la firma japonesa Sony para que el espectador se sienta “como si estuviera en el estadio”.
La novedosa experiencia en el ámbito mundialista comenzó con el partido inaugural entre las selecciones de México y de Sudáfrica en el estadio Soccer City, de Johannesburgo.
Por supuesto, los fanáticos de los países desarrollados que desean observar el Mundial desde sus hogares tiene que adquirir un televisor adaptado a ese avance tecnológico (en la Argentina recién llegarían en la segunda mitad del año), también colocarse anteojos especiales para sentir las emociones del partido “en carne propia” y además pagar a la compañía de cable que posee los derechos de transmisión.
En Brasil un reducido grupo de invitados tendrá la oportunidad de seguir en tercera dimensión al equipo que dirige Dunga en una red de salas de cine de siete ciudades.
En Londres más de mil bares y restoranes compraron la señal de esos encuentros, lo que obligó a los propietarios a adquirir el resto del soporte tecnológico en Asia para que los clientes recibieran las imágenes, de acuerdo con la prensa británica.
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