La AFIP se prepara para monitorear con fiscalizaciones a redes de contribuyentes que se relacionan con otros alcanzados por ciertos mecanismos de control a través del sistema informático del organismo que conduce Ricardo Echegaray, como la factura electrónica para los monotributistas de las categorías más altas y la presentación de balances en formado digital por parte de las empresas.
Son muchos los contadores que asesoran a empresas que no tienen en cuenta los requisitos de recurrencia para la deducibilidad del Impuesto a las Ganancias de los gastos por compras a proveedores monotributistas, dijo el tributarista Bruno Videla.
El especialista añadió que, para que esa deducción sea aceptada por la AFIP, se debe demostrar que el monotributista es un proveedor recurrente mediante la presentación de 9 comprobantes por año para prestaciones de servicios y 23 facturas anuales para la venta de bienes.
Cuando la cantidad de operaciones es inferior, hay topes para la deducción del Impuesto a las Ganancias, y cuando esto no se cumpla, va a saltar fácilmente a los ojos del fisco, a través de la presentación de facturas electrónicas, enfatizó Videla.
Por otra parte, en la próximo recategorización de monotributistas de septiembre van a surgir automáticamente los pequeños contribuyentes se cayeron del Monotributo y deben inscribirse en el régimen general de IVA y Ganancias.
Desde mayo está vigente la factura electrónica para los monotributistas de las categorías de la “H” e “I”, o sea los que superan $ 120.000 de facturación anual y que no pagan más de $ 27.000 por año de alquiler del local u oficina.
Algunas particularidades de este régimen de factura electrónica son que los monotributistas sólo deben pedir autorización para emitir los comprobantes, sin necesidad de empadronarse en el RECE. La emisión se puede hacer por el facturador en línea de la AFIP o, lo que es novedoso, por transferencia electrónica de datos a través de la página de Internet del organismo recaudador.
Cuando hayan ingresado al régimen de factura electrónica todas las categorías de Monotributo y el resto de las actividades, la AFIP lanzará las declaraciones pro forma (generadas por el mismo organismo) de IVA y Ganancias, comentó Videla.
Por otra parte, el 31 de julio próximo vence la primera presentación a la AFIP de los balances en forma digital. Esto puede parecer un simple trámite, que antes se hacía en papel y ahora se informatiza, pero es que además se va a tener que cargar en el sistema el CUIT del contador y del estudio al que éste pertenece, el CUIT de la empresa, el resultado positivo o negativo y el monto del mismo, indicó Videla.
El tributarista explicó que de este modo la AFIP saldrá a investigar a todas las empresas clientes de un contador o estudio contable, cuando en el balance certificado por el profesional para una determinada compañía surjan irregularidades, como por ejemplo se hayan detectado facturas apócrifas.
Además, cuando el resultado del balance sea negativo durante varios ejercicios, lo que no explica que una empresa se pueda sostener, también se van a disparar fiscalizaciones de la AFIP.
Con esta medida, el organismo recaudador logra tener registrados los resultados de todas las compañías, y no sólo los de las multinacionales que informan sobre precios de transferencia en el comercio exterior, concluyó Videla.
Son muchos los contadores que asesoran a empresas que no tienen en cuenta los requisitos de recurrencia para la deducibilidad del Impuesto a las Ganancias de los gastos por compras a proveedores monotributistas, dijo el tributarista Bruno Videla.
El especialista añadió que, para que esa deducción sea aceptada por la AFIP, se debe demostrar que el monotributista es un proveedor recurrente mediante la presentación de 9 comprobantes por año para prestaciones de servicios y 23 facturas anuales para la venta de bienes.
Cuando la cantidad de operaciones es inferior, hay topes para la deducción del Impuesto a las Ganancias, y cuando esto no se cumpla, va a saltar fácilmente a los ojos del fisco, a través de la presentación de facturas electrónicas, enfatizó Videla.
Por otra parte, en la próximo recategorización de monotributistas de septiembre van a surgir automáticamente los pequeños contribuyentes se cayeron del Monotributo y deben inscribirse en el régimen general de IVA y Ganancias.
Desde mayo está vigente la factura electrónica para los monotributistas de las categorías de la “H” e “I”, o sea los que superan $ 120.000 de facturación anual y que no pagan más de $ 27.000 por año de alquiler del local u oficina.
Algunas particularidades de este régimen de factura electrónica son que los monotributistas sólo deben pedir autorización para emitir los comprobantes, sin necesidad de empadronarse en el RECE. La emisión se puede hacer por el facturador en línea de la AFIP o, lo que es novedoso, por transferencia electrónica de datos a través de la página de Internet del organismo recaudador.
Cuando hayan ingresado al régimen de factura electrónica todas las categorías de Monotributo y el resto de las actividades, la AFIP lanzará las declaraciones pro forma (generadas por el mismo organismo) de IVA y Ganancias, comentó Videla.
Por otra parte, el 31 de julio próximo vence la primera presentación a la AFIP de los balances en forma digital. Esto puede parecer un simple trámite, que antes se hacía en papel y ahora se informatiza, pero es que además se va a tener que cargar en el sistema el CUIT del contador y del estudio al que éste pertenece, el CUIT de la empresa, el resultado positivo o negativo y el monto del mismo, indicó Videla.
El tributarista explicó que de este modo la AFIP saldrá a investigar a todas las empresas clientes de un contador o estudio contable, cuando en el balance certificado por el profesional para una determinada compañía surjan irregularidades, como por ejemplo se hayan detectado facturas apócrifas.
Además, cuando el resultado del balance sea negativo durante varios ejercicios, lo que no explica que una empresa se pueda sostener, también se van a disparar fiscalizaciones de la AFIP.
Con esta medida, el organismo recaudador logra tener registrados los resultados de todas las compañías, y no sólo los de las multinacionales que informan sobre precios de transferencia en el comercio exterior, concluyó Videla.
Fuente: El Cronista Comercial
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